Sobre los años 60 y 70, las tecnologías de información y comunicación (TIC) empezaron a entrar con fuerza en el mundo empresarial, ayudando a las empresas a afrontar diariamente el reto de sobrevivir y aumentar su competitividad en el mercado.
“En la actualidad las TIC juegan en la empresa un rol mucho más amplio que antes, y se han convertido en uno de los pilares fundamentales de la ventaja competitiva de muchas compañías. Así, la tecnología apoya, sostiene y contribuye de forma decisiva al crecimiento del negocio” (estudios de EBcenter).
La evolución de las TIC y el desarrollo de la información contable vienen siguiendo caminos paralelos. Han supuesto una gran mejora de la gestión administrativa, a nivel contable y financiero, con importantes ahorros gracias a la automatización de trabajos arduos y repetitivos, como la elaboración y procesamientos de nóminas o la contabilidad.
La aplicación de las TIC en el ámbito financiero tiene diferentes efectos: por un lado, “el avance en los instrumentos y programas informáticos supone un registro más rápido y por tanto más actualizado de las operaciones de la empresa” (Regojo y Tormo, 2008; Díez, 2008). La información registrada está disponible y puede ser utilizada en cualquier momento para la toma de decisiones.
Por otro lado, “la transferencia de información desde el exterior procedente de proveedores, clientes, administraciones públicas y otros organismos, como los reguladores de la información contable, es inmediata, lo que permite que la información contable pueda estar permanentemente actualizada” (Mª Teresa Méndez Picazo, Universidad Complutense de Madrid).
Como sabemos, los requisitos básicos con los que debe cumplir la información contable son: relevancia, fiabilidad, comparabilidad y claridad. Estos requisitos son más fáciles de conseguir con la utilización de las nuevas tecnologías, pero para su cumplimiento, dado el entorno económico en que se desarrollan las actividades empresariales, no sólo requiere una serie de conocimientos acerca del funcionamiento del sistema contable, sino también habilidades técnicas en el manejo de las TIC, especialmente relativas al conocimiento y uso de paquetes informáticos adaptados al PGC 2007 capaces de recoger toda la información, tanto externa como interna, y transformarla en información contable.
En la actualidad, ya no basta con tener un conocimiento teórico de la contabilidad, sino que se debe ir más allá y aprender a manejar los softwares contables y adaptarse a los continuos cambios que se producen en ellos conforme pasa el tiempo.
Por eso creo que en una sociedad como la nuestra, ampliamente influida por las nuevas tecnologías, la Universidad debería actualizarse, facilitando a los profesores la adquisición de las destrezas operativas necesarias para transmitir este conocimiento a los alumnos, es decir, se debería enseñar en las carreras universitarias y demás formaciones profesionales del ámbito contable, la utilización de estos programas contables para que los alumnos tengan una aproximación a la práctica que le darán a su aprendizaje teórico, una vez en el mercado laboral.
Los estudios universitarios dan una base teórica, pero desde mi punto de vista se olvidan demasiado de la práctica (no solo en lo relativo al conocimiento contable, sino en general) lo que hace que los alumnos nos sintamos inseguros cuando acabos nuestros estudios y nos disponemos a introducirnos en el mercado laboral, por lo que es un aspecto que creo que se debería ir modificando.
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